Causas de la hiperlactancia o hiperproducción de leche materna

Hablemos de algunas causas de la hiperlactancia o hiperproducción de leche materna

La madre puede producir gran cantidad de leche materna durante las primeras cuatro a seis semanas después del parto. Pero, a veces se presenta un exceso que hace que los pechos se llenen más rápidamente y que haya más cantidad de leche de la que toma el bebé. 

Si la situación persiste y ni el cuerpo ni el recién nacido logran alcanzar un equilibrio en el proceso, hay que descartar una posible alteración, primero consultando a los expertos y luego poniendo en práctica algunas acciones de prueba. 

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Debido a que esta disfunción puede causar problemas tanto en la mujer como en el niño, hablaremos de algunas causas de la hiperlactancia o hiperproducción de leche materna, que de seguro te interesará conocer. 

¿Cómo saber si tengo una producción o un suministro excesivo? 

Por lo general hay una serie de síntomas que nos ponen en alerta y que pueden hacer del momento más maravilloso con tu hijo, una situación incómoda al punto de hacerse traumática.  

Es fundamental que prestemos atención a los alertas antes de tomar ninguna medida que pueda poner en riesgo la lactancia o provocar con una producción insuficiente para amamantar.  

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En un principio, tus pechos se llenan constantemente por la demanda y el efecto de succión del pequeño. A mayor vaciado, mayor producción de nueva leche materna, por lo que termina siendo normal que se produzca pérdida en mínima cantidad. 

Pero si el cuerpo no se ajusta hay que evitar que aparezca la mastitis y otras consecuencias tanto para la madre como el bebé, que finalmente ocasionarían problemas para una producción de calidad y por ende la interrupción del amamantamiento. 

¿Es posible identificar los síntomas en la madre? 

En algunos casos se puede confundir la hiperproducción de leche materna con una producción insuficiente, dado que los bebés se muestran mucho más hambrientos. Y antes de recurrir a algún tipo de suplementos para dar más leche, es mejor consultar sobre estos síntomas. De lo contrario, corremos el riesgo de agravar el problema: 

• Dolor en los pechos
• El rocío traspasa la ropa y la madre se moja 
• Siguen chorreando leche durante el período de descanso del bebé 
• Los pechos se hinchan hasta llegar a una congestión mamaria 

¿El recién nacido también da señales de hiperlactancia? 

Si la leche sale con demasiada rapidez se afecta el proceso de su alimentación, ocasionando incluso que no pueda obtener la parte más grasosa y rica en proteínas, que es fundamental en la proporción de ir ganando peso. 

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Siempre con la ayuda de los especialistas se puede tener la certeza. Sin embargo, puedes observar si esto sucede: 

•  Pone resistencia ante el pecho o se niega a recibirlo 
• Comienza a tragar rápido y muy fuerte ahogándose durante todas las tomas 
• Tiende a llorar mientras está siendo amamantado 
• Presenta muchos gases que podrían terminar en cólicos 
• Comienza a ganar peso muy rápidamente 

¿Puede la producción o suministro excesivo enfermar las mamas? 

En los primeros días después del alumbramiento, las mamas estarán produciendo mucha leche incluso cuando el bebé duerme o no está lactando. Pero si la madre nota que está empapada a cualquier hora del día deberá encender algunas alertas. 

El exceso de leche materna produce congestión y tensión en los pechos, provocando molestias e irritabilidad. Si las mamas están constantemente llenas pueden provocar obstrucción de los conductos mamarios, que derivan en lo que se conoce como mastitis. 

Si la situación llega a generar crecimiento y endurecimiento de los pechos hasta provocar fiebre y otras molestias, debe ser atendido por un médico pues podrían llegar a infectarse. 

Algunas mujeres tienden a producir la leche en abundancia por algunos factores de alimentación o simple genética. Lo mejor es descartar alguna condición interna o externa que pueda afectar su cuerpo y/o la alimentación del neonato. 

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¿Se pueden seguir algunos consejos para abordar la hiperproducción de leche materna? 

Luego de verificar que en efecto el problema es el exceso de producción y que estamos en presencia de una verdadera hiperlactancia, se pueden aplicar algunas pautas que servirán de mucha ayuda. 

Evitar el uso de tiraleche o extractores de forma frecuente 

El uso de estos asistentes para extraer la leche materna es muy beneficioso cuando la madre no puede dar el pecho al bebé, pero en caso de hiperlactancia resulta perjudicial. 

Probar con el método de una lactancia unilateral

Esto quiere decir, que se ofrece solo una de las mamas para que el bebé la vacíe durante una de las tomas en el día. Luego, en la siguiente toma se ofrece el otro pecho de la misma manera. Es un procedimiento que debe hacerse bajo supervisión y con ayuda médica. 

Acostarse o reclinarse de una silla mientras se amamanta

Esta posición favorece el control en el flujo de leche y permite que el bebé logre una mejor succión y por lo tanto no se escape el exceso de líquido. Además lo dejará satisfecho y evitará malestares y por ende que sobrevenga el estrés. 

Si después de seguir estas indicaciones persisten la anomalía se pueden colocar compresas de agua o gel frío. Para lograr esta técnica se moja una gasa o toalla pequeña en agua con hielo y se coloca sobre la mama por 10 minutos, alternando luego el proceso.  

En el caso del gel deberá estar refrigerado y tomar algunas previsiones como poner un paño entre la piel y la compresa o el gel para evitar que generen daños en la piel o se agrieten las areolas y pezones.  

Siempre será muy útil consultar al médico en cada caso y verificar si realmente estamos frente a un caso de hiperlactancia o hiperproducción de leche materna.