Consejos para el primer resfriado y la fiebre de tu bebé
En este artículo encontrarás tips y consejos útiles para combatir el resfriado en tu bebé y te contaremos qué puedes hacer para tratar su estado febril. Sin dudas estas son preocupaciones que angustian a muchos padres y especialmente a los primerizos. Mantén la calma y pon en práctica nuestras recomendaciones.
Tips para el primer resfriado del bebé
Como padres es vital poder superar el primer resfriado del peque, una correcta búsqueda de información y la gran ayuda del pediatra, serán garantía suficiente para lograrlo. Ten en cuenta las siguientes recomendaciones.
Aliménta al bebé frecuentemente:
Aunque esté enfermo el niño, debes procurar ofrecerle leche materna, o la leche que tome tu bebé, aunque puede ser que no se coma todo. En dado caso que el niño no tenga por lo menos seis pañales mojados en el día o presente dificultad para respirar, deberás llamar a su médico.
Alivia la congestión de tu bebé:
un gran aliado en estas circunstancias para poder aflojar el moco en la nariz son: las gotas de solución salina ayudándolo a respirar más fácil
Mantén la cabeza de tu bebé elevada:
Es ideal que mantengas la cabeza del peque elevada, la gravedad ayudará a drenar el moco de la nariz, por ende puede resultar más sencillo quedarse dormido en su tumbona o silla de auto.
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Fiebre del bebé - 4 tips para tratarla
Ahora nos adentramos a la etapa de la fiebre, donde sentimos a nuestro niño con calentura. Si bien esta es una situación que puede generar más agobio, el deber de madre es poder mantener la tranquilidad y saber que cuentas con el respaldo del pediatra, pero mientras intentas comunicarte con él/ella puedes realizar las siguientes acciones preventivas.
Prepara el termómetro de tu bebé:
Puedes usar cualquier tipo de termómetro, desde los de vidrios hasta los digitales. Para poder tomar la temperatura deberás hacerlo en la frente, en el oído y en el recto de tu bebé.
- Toma la temperatura anal del bebé: Coloca a tu peque boca abajo, enciende el termómetro, e inserta la punta colocando un poco de vaselina. Espera la lectura del termómetro antes de removerlo.
- Toma la temperatura en la frente del bebé: Utilizando un termómetro para este tipo de medición, ponga la cabeza del sensor en el centro de la frente del bebé en medio de la ceja y la línea de cabello. Deslice lentamente el termómetro de un lado a otro de la frente hacia la parte superior de la oreja. Manténgalo en contacto con la piel y detenga el movimiento cuando llegue a la línea donde empieza el pelo.
- Toma la temperatura en el oído del bebé: En este caso también necesitarás un termómetro específico, Una temperatura exacta se logra jalando el oído hacia atrás para enderezar el canal auditivo (hacia atrás y arriba si tiene más de 1 año de edad). Luego dirija la punta del termómetro hacia el ojo opuesto y el lóbulo del oído. La ventaja más grande de este termómetro es que mide la temperatura en menos de 2 segundos sin necesidad de que el niño(a) coopere y no causa ninguna molestia.
Temperatura del bebé - Conoce los números:
Debes llamar a tu médico si tienes estos dos escenarios: Si tu hijo es menor de tres meses y presenta fiebre de 38°C o superior. O tienes un niño de cualquier edad y tiene fiebre de más de 40 °C. Si la fiebre de cualquier grado persevera durante más de 24 horas en un infante menor de dos años, debes llevarlo a su pediatra o a emergencia de inmediato.
Ofrecele comodidad a tu bebé:
Aunque nuestro niño tenga fiebre baja es importante que lo dejes descansar y dale cariños adicionales. Si ves que se presenta inusualmente irritable o con fatiga y con síntomas como tos o diarrea, no lo arropes, es preferible dejarlo con ropa ligera y fresca. Procura solamente administrar los medicamentos que haya indicado el pediatra y seguir a pie de la letra sus indicaciones.
Manten a tu bebé hidratado :
Debes continuar dando pecho o la leche que tome tu bebé en todo momento, dependiendo de su edad también puedes optar por jugos de frutas o agua. Mantente muy atenta a la cantidad de pañales que moja durante el día, el pequeño se deshidrata rápidamente, si crees necesario llama a tu médico.
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Ten en cuenta que estas situaciones suelen ser momentos muy inquietantes, lo oportuno es que te apoyes en tu núcleo familiar o pareja y la pieza fundamental que es el pediatra. Si esta información te ha parecido útil déjanos tu comentario, compártela con otras madres y síguenos en nuestras redes sociales.
máh! Acompañándote en el Crecimiento Feliz
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