Los niños son el reflejo sobre el cual debemos vernos: si TÚ estás bien, ellos estarán mejor

¡Hola a todas las súper mamás que nos siguen! Quiero aprovechar esta oportunidad para presentarme y contarles un poquito de las cosas que voy a estar compartiendo con ustedes en este espacio.

Mi nombre es Cristina y he sido parte de máh! desde su fundación. Soy la afortunada mamá de Manuela (de dos añitos), Esposa, Abogado Internacional, Inspiradora, Apasionada del Bienestar Integral y la Nutrición, Maestra Reiki, Sanadora Holística y Coach para Padres.

Me siento muy feliz de ahora también poder aportar a la iniciativa de Mundo Máh. Sé que cada una de nosotras que escribimos en este espacio lo hacemos con muchísimo amor. Nuestro único objetivo es apoyarlas y contribuir positivamente en su bienestar personal y por ende, en el de sus hijos.  

EL RETO DE SER MAMÁ

La experiencia inicial con Manuela fue muy difícil y me llevó a una pequeña crisis personal. El primer gran reto fue lograr amamantarla: lograr el agarre, el dolor, trasnocho, las hormonas, la ansiedad de saber si estaba comiendo suficiente. Esto me generó mucho estrés porque realmente quería lograr esa conexión que para mí simboliza el amor entre madre e hija. Luego de consultar con expertas en lactancia y con mucha convicción logré amamantarla. Aunque Manuela tomó mi leche por 6 meses y eso hoy me hace muy feliz, la experiencia fue realmente abrumadora.

"Creo que el amor incondicional fue lo que me impulsó y dió la energía para continuar"

El segundo gran reto, y creo que es uno que la mayoría de nosotras experimenta, fue el tema del sueño. A los 3 meses de su nacimiento tuve que retomar mi vida profesional. En esa época Manuela dormía un máximo de 3-4 horas seguidas. Esta fue una de las cosas más difíciles que me ha tocado vivir, el desgaste energético y emocional fue muy fuerte. Ahora miró hacia atrás y realmente no sé cómo lo logre, creo que el amor incondicional fue lo que me impulsó y dió la energía para continuar. Imagino muchas de ustedes entienden perfectamente lo que es estar meses “sin dormir”. Es una pesadilla, ¿cierto? Nos afecta en todos los sentidos: a nivel hormonal, emocional, físico, y mental. Así que después de 8 meses de completa locura decidí que tenía que hacer algo ¡o mi vida acabaría conmigo!

El primer paso era lógico: tomar consciencia y empezar a cuidarme más. Me di cuenta que si yo estaba bien Manuela también lo estaría. El segundo paso fue educarme en todo lo relativo al sueño del bebé. A través de libros y coaching con una reconocida experta en cuidado infantil aprendí sobre la importancia de las rutinas y la alimentación en el sueño. Este proceso de aprendizaje me dió las herramientas para sentirme en control y, por ende, más en paz. Con todo este trabajo logré que Manuela pasará de dormir de 3-4 horas a 5-6 horas (9 meses), 8 horas (12 meses), y finalmente 10-12 horas (18 meses).

El proceso de criar a Manuela me enseño que el amor no tiene límites. Me mostró mi fuerza de voluntad, mi valentía, mi enfoque. Aprendí a confiar en mi corazón y en el instinto materno, que para mí son ahora la mejor brújula. También me abrió los ojos ante la gran necesidad que tenemos las mamás de recibir apoyo “pre-máh” (concepción y embarazo) y “máh” (nacimiento y crianza) para lograr un bienestar integral (mente, cuerpo, corazón). Siento que si hubiese tenido ese apoyo desde el comienzo, la experiencia hubiese sido más placentera, positiva y llevadera para mí y Manuela.

"Sólo después de tener a Manuela fue que decidí enfocarme en ayudar a madres y padres"

Por eso, a pesar de que mi trabajo en el área holística comenzó hace 15 años, fue sólo después de tener a Manuela que decidí enfocarme en ayudar a madres y padres. Con la llegada de un bebé tenemos muchos y nuevos retos que de no ser bien manejados a tiempo nos pueden generar un gran desbalance. Principalmente porque la demanda de energía es superior y casi toda se vuelca al bebé. Las gran fluctuación de emociones que experimentamos (alegría, tristeza, ansiedad, miedo) hace que nos empecemos a sentir más cansadas, desorientadas y hasta solas en el proceso.  

CÓMO TE PUEDO AYUDAR

Algunas se preguntarán: ¿y qué tiene que ver mi bienestar con la crianza de mis hijos? La respuesta es simple: ¡TODO! A través de esta experiencia, comprobé que mi estado emocional tiene un impacto directo sobre Manuela. Esto significa que tengo una gran responsabilidad de sanar internamente para que ella esté bien. Me di cuenta que cuando yo estoy tranquila Manuela también lo está: está más contenta, en paz, come mejor y duerme más. Todo esto impacta en su desarrollo físico y emocional.

"Comprobé que mi estado emocional tiene un impacto directo sobre Manuela"

Creo firmemente en que lograr un balance integral (mente, cuerpo, corazón) repercutirá de forma inmediata y positiva en nuestros niños. Mi deseo es que a través de las herramientas que te comparta podamos descubrir y trabajar las áreas en las que sientes puedes fortalecerte y mejorar.

Estas herramientas incluyen procesos de auto-observación de tus pensamientos y emociones, técnicas de meditación y relajación, mantras sanadores, meditaciones de limpieza energética, implementación de hábitos positivos y saludables, técnicas para sanar tus miedos, ejercicios de concentración y organización e implementación de rutinas personales y del bebé.  

EL PRIMER PASO

¿Cómo te sientes hoy? ¿Te sientes balanceada? ¿Te sientes en paz? Si no es así, te invito a recorrer este camino conmigo. Pequeños cambios pueden ayudarte en el camino a lograr ese bienestar integral para ti y por ende para tus hijos.

La primera invitación es a tomar conciencia de lo más importante: si TÚ estás bien, estás sana, cuidas tus emociones y trabajas en sanar tus miedos, todo fluirá mejor en tu vida.  Estarás más feliz, más en paz, más conectada con tu propósito de vida y podrás disfrutar mas el tiempo con el bebe. Luego lo más mágico de todo ocurrirá. Tus hijos estarán bien y aprenderán que pueden ser felices y expandir esa luz tan maravillosa que son.

Por último te pido un favor: que compartas en los comentarios los problemas que sientes te impiden estar en paz, que te causan estrés, que sientes no sabes cómo resolver. Mientras más sepa de ti mejor podré acompañarte en este tan especial camino de ser mamá. ¡Mil gracias, bendiciones de luz y amor!