Prevenir la obesidad es posible: comienza con la atención integral a los bebés

Tras muchas décadas de estudios sobre el fenómeno de la obesidad en el mundo, los expertos van más allá de su reconocimiento como una problemática social que afecta la salud. El aumento en las cifras de personas obesas demanda, cada vez más, políticas de atención integral.

En esta nueva conmemoración del Día Mundial de la Obesidad muchas organizaciones internacionales han decidido enfocarse en recomendaciones para el control y prevención, más que en seguir mostrando las estadísticas y seguir estigmatizando sobre la falta de voluntad de quienes sufren por sobrepeso.

Y es que, ciertamente los registros son importantes para que los gobiernos puedan actuar; más aún teniendo en cuenta que la prevalencia de aumento subió de 30% calculado en 1980 a 40% para el año 2021, según datos de Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Sin embargo, enfocar las causas y mostrar el resultado de pequeñas acciones en algunas ciudades europeas, permite encender una luz de esperanza sobre la posibilidad de frenar el peligro que representa un exceso de peso corporal tanto en niños como en adultos.

Trabajar sobre la falta de voluntad para bajar de peso

La obesidad infantil responde a múltiples factores, no solo relacionados con la mala alimentación. En general, el exceso de peso comienza por una adicción a las comidas grasosas y los azúcares, pero se agudiza por alteraciones emocionales.

Los malos patrones de nutrición causan desórdenes hormonales que algunos casos devienen en ese aumento desmesurado de grasa corporal y que a la larga puede llevar a una persona gorda a convertirse en obesa.

Un grupo de especialistas de la salud en Latinoamérica afirman que bajar de peso no tiene que ver sólo con la fuerza de voluntad para comer menos y moverse más. Este año 2022 están llamando al concurso de especialistas en nutrición, endocrinología, cardiología, psicología y más, a fin de hacer un abordaje más completo sobre la complejidad del problema. 

Revisar patrones familiares para comenzar desde la infancia

Ante el temor de no poder bajar las estadísticas y que los porcentajes sigan las predicciones, las sociedades médicas sugieren continuar concientizando a las familias sobre la necesidad de cambiar los patrones de alimentación.

Con la realidad actual, se calcula que para el año 2030 más de 27% de los niños entre 5 y 9 años podrían sufrir de obesidad. Por este motivo se recomienda revisar los esquemas de nutrición en los primeros años de vida, ya que son determinantes para el metabolismo.

Una de las principales recomendaciones tiene que ver con hacer compras más conscientes y tener en cuenta el valor nutricional de los alimentos que se eligen. Tener en casa opciones saludables para los niños y mantener una vida activa junto a toda la familia.

Transformar la ciudades en lugares para ejercitar

En algunas ciudades europeas de países como Francia, Italia, Alemania y España siguen revisando las estadísticas de enfermedades como la obesidad, ya que lideran las cifras de mayores incidencias. Y del mismo modo, los gobiernos siguen buscando soluciones.

Recientemente comenzaron a hacer estudios sobre las condiciones de vida de las personas que sufren de obesidad. Uno de los factores en común, además de la mala alimentación, ha sido la dependencia de los autos por la lejanía de sus lugares de trabajo.

El crecimiento de pequeñas urbes alrededor de las grandes capitales ha traído como consecuencia la aceptación de jornadas laborales extensas y lejos de los hogares. La migración y otros fenómenos sociales han contribuido a que estas incidencias se agudicen.

Es por esto, que los gobiernos locales comenzaron a trabajar en el mejoramiento de los sistemas de transporte masivos, además de la construcción de ciclovías para estimular el uso de las bicicletas. De igual forma se promueven actividades al aire libre como medios de combatir el sedentarismo urbano.

Beneficios inesperados de impacto no reconocido

Recientes estudios realizados en España, después de la pandemia mundial causada por la Covid-19, aseguran que el uso de las ciclovías está comenzando a cambiar el oscuro panorama que pinta el aumento de las enfermedades como la diabetes e hipertensión por causa de exceso de peso.

Los expertos aseguran que un estudio realizado en la Universidad de Toronto arrojó una prevalencia de obesidad de 53% más en adultos que viven en ciudades poco amigables para el peatón, frente a un 43% menos entre personas que habitan en ciudades donde hay  espacios seguros para caminar, ejercitarse y trasladarse en bicicleta.

Los costos de atención en salud para enfermedades crónicas, entre las que se cuenta la obesidad, se ubican en 25 millones de euros anuales. Y para el año 2060 se calcula que podrían llegar exigir al 2,4% del Producto Interno Bruto (PIB) si no se actúa al respecto.

Una problemática que compete a la medicina y no a la estética

En Colombia se ha hecho un gran esfuerzo por abordar la obesidad infantil estimulando la buena alimentación y las prácticas deportivas. Algunos estudios recientes señalan que la obesidad está mucho más arraigada en la población de bajos estratos sociales, por la falta de acceso a una buena alimentación.

También se ha iniciado una campaña para abordar la problemática fuera de los gimnasios y regímenes alimenticios relacionados con el fitness, pues como dijimos al comienzo, el sobrepeso puede obedecer a causas que van más allá de seguir una dieta y hacer ejercicios.

Por todo esto, queda claro que en este 2022 la conmemoración del Día Mundial de la Obesidad impone una tarea gigante. El desafío tiene que ver con hacer un enfoque global y tratar la obesidad como una problemática social que demanda una atención integral.

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