7 sugerencias para leerle con amor y atención a tu bebé

A los niños pequeños lo que realmente les interesa es escuchar la voz de mamá o papá, más que la historia les gusta sentir amor a través de la lectura…

Hace poco vi un video en Youtube en el que una mamá y su pequeño hijo leían un libro. Evidentemente, los padres estaban tratando de mostrar algo que sucedía con frecuencia en su hogar. No era algo ocasional. Se notaba que mamá y papá claramente sabían qué tenían que hacer para repetir la escena de manera exacta tantas veces como aparecía en el video.

Mamá y bebé estaban sentados en el suelo del cuarto del bebé. Detrás se veían la cuna y algunos juguetes. Mamá leía un libro de cartoné y bebé seguía con la mirada las páginas y se reía. Mamá leía mucho, jugando con su voz y mostrando los objetos de las imágenes. De repente, mamá llegaba hasta la última página, decía “final”, cerraba el libro y lo ponía en frente. Entonces, el bebé la miraba y empezaba a llorar desconsolado.  La mirada iba del libro a mamá y el pequeño lloraba cada vez más fuerte.

Finalmente, mamá tomaba el libro en sus manos y comenzaba a leer otra vez. De inmediato el llanto  se transformaba en atención y risa. Detrás de cámara se escuchaba también la risa de papá o de quién grababa el video. Este ciclo se repetía tres veces por algo así como dos minutos.

Al principio me causó mucha risa. El video tenía también muchos “likes” de otros que lo habían  visto. Miré  entonces el video con más detenimiento, quizás para buscar el título del libro que tan gracioso efecto estaba logrando, y entonces me di cuenta de lo que realmente estaba pasando. El bebé no estaba llorando porque el libro se terminaba; lloraba porque mamá se callaba y no hablaba más.

 ¡Para los niños pequeños el libro no importa, lo que realmente les interesa es escuchar la voz de mamá o de ese adulto cariñoso dispuesto a brindar amor a través de la lectura!  

Esa imagen se quedó varios días rondando por mi mente y creo que sirve para ilustrar algo muy importante. ¡Para los niños pequeños el libro no importa, lo que realmente les interesa es escuchar la voz de mamá o de ese adulto cariñoso dispuesto a brindar amor a través de la lectura!  El adulto podría haber estado leyendo cualquier otro libro, incluso uno que no fuese infantil  y la reacción del niño hubiese sido la misma. Lo que el niño buscaba era esa voz que narraba, que mostraba las imágenes en las páginas del libro, que envolvía sus ojos y oídos.

El libro siempre es una excusa y una oportunidad para compartir con los niños, para que las voces se fundan en una melodía de cómplices, miradas que van de los rostros al libro y de regreso. Cuando mamá o papá leen con atención y dedicación,  sin permitir interrupciones, el momento es mágico y los niños saben que esos seres que aman les pertenecen y que quieren estar con ellos.

 

Entonces, ¿Cómo lograr esa emoción en los niños cuando leen con sus padres?, les ofrezco algunas sugerencias:

1. El tiempo de lectura debe ser real, sin interrupciones y con dedicación absoluta.

2. El adulto debe leer en voz alta, con las entonaciones adecuadas y hacer partícipe al pequeño mostrándole las imágenes, invitándolo al intercambio de miradas y sonidos.

3. La voz y las palabras son las que importan, no el tema. Un libro sencillo sobre la granja, los medios de transporte, los animales o cualquier otro puede ser la excusa perfecta para que el adulto cante, cuente y juegue.

4. Jueguen con la voz, subiendo y bajando la cadencia y el ritmo, poniendo acentos en algunas palabras. Si se atreven, inventen ritmo y melodía y canten el texto.

5. Lo ideal es que observen a los hijos para descubrir qué es lo que realmente les está causando gracia o dolor. Lo más fácil siempre será entender nuestro propio punto de vista, pero con cuidado podremos descubrir qué es lo que realmente está pasando por la cabeza del menor.

6. Los padres deben buscar las mejores oportunidades. A veces éstas aparecen cuando así las quieren los niños, no necesariamente cuando los adultos lo deciden.

7. Y por último, guarden los recuerdos para ustedes como familia. Recuerden que hay una ley de derechos del menor que protege lo que se sube a los medios, aún si son sus propios hijos.

 


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