¿Ser mamá tiempo completo?
Convertirse en mamá es la oportunidad perfecta para resolver conflictos internos a conciencia y sobre todo con mucho amor
El amor más grande no podía venir sin muchos sacrificios. Poner el bienestar de alguien antes que el propio es la gran muestra de agradecimiento por tener la fortuna de ser mamá. Actualmente hay un nuevo reto que resolver siendo mamá, ¿soy mamá full time o sigo trabajando? La respuesta inmediata a esta pregunta es: miedo a cualquiera de las dos opciones.
1. Mamá tiempo completo
Siempre has sido una mujer que ha trabajado y tiene una profesión que se ha consolidado con tus años de trabajo. Luego eres mamá y quieres dedicarle tiempo completo a tu hijo. Al principio seguramente tendrás un encuentro de emociones generadas por el miedo a cambiar de estilo de vida. Sentir que estás eligiendo entre el beneficio de poder estar con tu hijo o dejar tu proyecto personal y todo lo que sientes que te ha definido a un lado. Tomar esta decisión indudablemente, genera un conflicto interno.
2. Quieres ser mamá y seguir con tu vida profesional
Pareciera que todo está resuelto, pero… entonces vienen los siguientes conflictos: el primero:“¿con quién voy a dejar a mi bebé?”, el segundo, iniciar el proceso de elección de quién será la nana de mi bebé, el tercero, pensar y sentir que mi bebé pasará más tiempo con la nana que conmigo ¿será que la va a querer más que a mi? y el cuarto, es el más profundo sentimiento de extrañar a tu bebé.
Las dos opciones son igual de difíciles, pero cualquiera que decidas seguir está ¡BIEN! Realmente nadie puede sentirse con el derecho de juzgar la decisión de una mamá que trabaja y debe dejar a su bebé al cuidado de alguien más. Ni tampoco está bien criticar a una mamá que quiere dedicarse 100% a su hijo y dejar a un lado su vida profesional (sea por un periodo definido o indefinido).
La maternidad trae muchas dudas, pero hay algo que está muy claro y es que todas queremos ser ‘las mejores’ mamás del universo, dar lo mejor de nosotras y criar a los mejores hijos. En el camino nos damos cuenta que la perfección no existe, no es perfecta la vida de la fulana que cuida a su hijo tiempo completo, ni la de pepita que es mamá y también trabaja, ni la nadie.
Lo que sí es cierto es que cada esfuerzo vale la pena, nunca algo había valido tanto la pena como esto. Todas las trasnochadas, las ojeras, el llanto… se olvidan cuando vemos esa sonrisa que nos muestra que en la imperfección está la magia. Lo mejor de esta nueva vida y este nuevo camino que decidimos recorrer es que tenemos la oportunidad de mejorar día a día.
Bienvenidos a Mundo Máh! un espacio donde compartiremos temas y experiencias de este nuevo camino que empezamos a recorrer, que si bien es duuuuro es el mejor que podamos conocer.
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