Los perros son fieles amigos que acompañan a leer   

Leer es una actividad que genera mucho estrés en los niños. ¿cómo podemos ayudarlos para que sientan gusto y emoción al leer? …

Para muchos será una sorpresa, pero desde finales del siglo pasado los perros han ayudado a los niños en dificultades lectoras.

La Educación Asistida con Animales, es un programa que varias escuelas y bibliotecas del mundo han adoptado para que los niños refuercen sus procesos lectores. Logrando desarrollar la confianza y la autoestima de los niños para que superen sus problemas.

Muchos teóricos han indagado sobre la terapia y asistencia con animales. Pero en esta oportunidad quisiera referirme, al doctor James Lynch, médico que realizó profundas investigaciones relacionadas con la soledad y las alteraciones cardiovasculares.

En 1977 el Dr. Lynch, tuvo acceso a un aparato computarizado para sus estudios relacionados con la frecuencia cardiaca. Con esto observó que la frecuencia rítmica cardiaca de sus pacientes subía cuando hablaban, y que los que tenían dificultades de comunicación se retraían y aislaban más al sentirse fatigados.

Siendo padre, el Dr. Lynch, empezó a evaluar la frecuencia cardiaca de los niños realizando diferentes actividades. Fue así como descubrió lo que pasaba cuando los niños leían en casa, la escuela y el laboratorio. Notó que la presión sanguínea de los niños se elevaba cando leían en voz alta.

Al estudio se sumó el Dr. Aaron Katcher. Juntos decidieron medir la presión sanguínea de 38 niños mientras leían en voz alta en presencia de un perro. Sorprendentemente, se dieron cuenta que la presencia del animal lograba reducir la presión sanguínea durante la lectura en voz alta y cuando estaban en silencio.

Las siguientes investigaciones y publicaciones del Dr. Lynch profundizan sobre el tema. El investigador hace notar cómo las experiencias negativas en el colegio hacen que los niños manejen niveles de estrés que bloquean sus procesos. Estos datos ponen en evidencia lo que viven muchos niños en el entorno escolar.

Para muchos niños la escuela es la mejor experiencia, pero para otros la experiencia es tan negativa que deja cicatrices dolorosas y emotivas

Para muchos niños la escuela es la mejor experiencia, pero para otros la experiencia es tan negativa que deja cicatrices dolorosas y emotivas. Un buen ejemplo es lo que pasa cuando en la clase la profesora pide que alguien lea en voz alta. El niño que es tranquilo y seguro de sí mismo, levanta la mano y lee su cuaderno, libro o texto con fluidez.

Pero, probablemente en el salón hay niños que todavía no pueden leer, o que son penosos y sufren cuando les toca el turno. Esto se agudiza cuando sus compañeros se burlan o cuando la profesora hace algún reproche frente de sus pares.

Estas situaciones se manifiestan fisiológicamente. Se eleva la presión del pequeño, el niño termina bloqueado, en silencio y probablemente evitará leer en voz alta en cualquier otro momento de su vida. Lastimosamente, la culpa de esta experiencia se llama “la lectura”. De ahí en adelante, se crea un círculo vicioso: “no leo porque no me gusta, porque no lo hago bien”.

 

La gran noticia es que los perros ayudan a los niños a relajarse mientras leen

El niño puede acariciar y conectarse con el perro durante la lectura. De esta manera, al leer no sentirán ansiedad ni estrés. Al contrario, el tiempo de lectura es un momento divertido porque hay un perro de por medio.

Con el perro se genera un acercamiento positivo, libre de juicios, en el cual el niño se siente cómodo y tranquilo, se reencuentra con el libro y empieza a hallar en él la satisfacción que produce una buena lectura.

El niño encuentra en el perro que lo acompaña a un amigo incondicional, que lo quiere por lo que es y que juega con él sin importar lo que haya pasado el día anterior. Se vuelve el amigo que le da fuerza emocional, la fuerza que necesita para enfrentarse a la vida.

Entre los niños que leen y los que no, hay una brecha. Las consecuencias son muy evidentes en el rendimiento escolar, incluso en la actitud hacia lo académico. Los perros pueden ayudar a reducir esa brecha, a acercar a los niños a la lectura.

La lectura con perros ayuda a que los niños fortalezcan su autoestima y conciencia de sí mismos. Empiezan a entender que pueden enfrentar y superar sus problemas, sintiéndose más seguros en distintos ambientes.

 

Contacta a Raquel C. Cuperman, especialista en terapia de lectura.

 

 

FUENTES DE CONSULTA

Lane, Holly B., and Shannon D.w. Zavada. “When Reading Gets Ruff: Canine-Assisted Reading Programs.” The Reading Teacher, vol. 67, no. 2, 2013, pp. 87–95., doi:10.1002/trtr.1204.

Intermountain Therapy Animals, editor. Reading Education Assistance Dogs Textbook. Vol. 15, Intermountain Therapy Animals, 2016.

 

 


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