6 libros que debes leerle a tu hijo para que conserve el asombro y la ilusión de navidad
El asombro es esa capacidad de maravillarse en la vida con los actos cotidianos; esa sensación de no saber si lo que se está viendo u oyendo es realidad o fantasía…
Es ese “ohhh” que surge instintivamente cuando algo parece increíble. En los niños, el asombro es fundamental para el desarrollo, pues motiva la curiosidad, la creatividad y el aprendizaje. Un niño asombrado, seguramente querrá leer, saber o aprender más sobre algo. Los adultos tenemos la enorme responsabilidad de cultivar y cuidar el asombro infantil.
Recuerdo que hace muchos años, escuché a los niños de preescolar hablar en la biblioteca sobre el Ratón Pérez. Mientras uno de ellos insistía que sí existía y que pronto iba a ir a visitarlo porque estaba a punto de perder un diente, algunos de sus amigos le estropeaban el sueño y la magia diciéndole que el personaje no existía porque así se lo habían dicho sus padres o hermanos mayores.
El niño miraba incrédulo mientras hacía bailar el diente con su lengua. Yo, desde la esquina y con los ojos llenos de lágrimas, esperaba a ver qué contestaría. Pero, no pasó nada. La conversación se cerró ahí. Recuerdo la sensación de impotencia que me abarcó. Involucrarme en la conversación hubiese sido un error, pero no podía dejar la situación así, porque no podía dejar perder el asombro de ese niño.
Después de pensarlo, busqué a la hermana del niño con el diente flojo; una chica ya adolescente, buena lectora y que venía con frecuencia a la biblioteca. Le conté lo que había escuchado y le pedí que me ayudara a recuperar a ese “Ratón Perez” que otros acababan de sepultar. Redactamos una carta agradeciendo el diente y la hicimos firmar por el “Ratón Pérez”. A los pocos días, la hermana me ayudó a reemplazar el diente ya caído por la carta en mención.
Jamás olvidaré la segunda conversación sobre el tema de los niños: él ahora “creyente y convencido” zarandeaba en el aire la carta frente a sus ahora aterrados amigos; en sus ojos brillaba la ilusión y desbordaba la felicidad. Lo más lindo de todo era la sonrisa del cómplice que vino poco después a darme las gracias por nuestro plan secreto: ¡ella había visto el poder de la ilusión y la fantasía en casa!
El asombro es un elemento presente y común en los libros infantiles. En algunos cuentos el personaje mágico es el Ratón Pérez como pasa en el cuento Un diente se mueve de Daniel Barbot, o El auténtico ratón Pérez por Graciela Vega y José Olmos.
Para esta época de navidad, donde la ilusión, el amor y la magia se respiran, recomiendo estos libros que ayudarán a conservar el asombro y la ilusión por el mes más esperado de los niños:
1. La Navidad de Max de Rosemary Wells
2. El expreso polar de Chris Van Allsburg
3. El secreto de Papá Noel de Alfredo Gómez Cerdá.
4. Olivia y la carta a los Reyes Magos de Elvira Lindo y Emilia Urberuaga
5. Tres reyes y un deseo de Teresa Giménez y Mercé Gali
6. Medias Dulces de Ivar Da Coll.
Para los más grandes un libro como La historia de los naufragios y otros desastres marinos de Penny Clarke o una biografía sencilla como Me llamo Albert Einstein de Lluis Cugota, aterran, asombran y encantan.
Cuando los niños leen estos libros, viajan al mundo de lo posible, donde el hombre puede hacer todo de lo que se siente capaz. Cierran los libros al terminar de leerlos y quedan curiosos. Se abre la oportunidad de que busquen nuevos autores que les cuenten más. Tratarán de hallar maneras creativas de plasmar lo que aprendieron y de relacionarlo con otros contextos.
Ya llegará el momento en el que ellos, por si mismos, entenderán las cosas con la realidad que requiere la mente del adulto
En estos días de tantas celebraciones, mantengan vivo el asombro de los niños. Maravíllense ustedes y contagien a sus hijos; sueñen con ellos y déjenlos soñar con esos mundo de fantasía e ilusión que juegan un papel tan importante en la infancia. Ya llegará el momento en el que ellos, por si mismos, entenderán las cosas con la realidad que requiere la mente del adulto.
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