Las mamás sienten un afán que nadie mejor que ellas entienden por hacer y decorar el cuarto del bebé…

Más allá de los preparativos y todas las compras que implica el nuevo cuarto o rincón del bebé, esto tiene un significado importante y profundo para la mamá. Cuando la mamá empieza a idealizar el lugar que será para el bebé, está materializando el sueño más importante de su vida.

El pasado y los recuerdos de la mamá estarán más claros y es posible que quiera compartir con su bebé un objeto que todavía conserva de su infancia. También puede querer que su bebé tenga algo que siempre deseó cuando era pequeña.

El pasado y los recuerdos de la mamá estarán más claros y es posible que quiera compartir con su bebé un objeto que todavía conserva de su infancia. También puede querer que su bebé tenga algo que siempre deseó cuando era pequeña.

Los objetos que traen recuerdos afectivos como el caballito de madera que usaban generaciones pasadas, la cuna que era de la bisabuela, o la cobijita tejida por la abuela le dan un valor sentimental al nuevo cuarto del bebé. Cada detalle tiene una carga emocional profunda. Todo lo que rodeará el bebé será amor y mucha ilusión.

Hay otro punto importante en esta preparación, la escogencia de los muebles. La mamá siempre está pensando en el tiempo que pasará junto a su bebé en este nuevo lugar.  La imaginación está en cuál será la silla perfecta para amamantar a su pequeño y poder arrullarlo hasta quedar dormido.  En dónde guardará todos los juguetes que usará en su primer año de vida, y en el mueble que sea más cómodo para cambiarle el pañal.

3 cosas que no pueden faltar en el cuarto del bebé

1. La cuna

Recomendamos elegir los muebles que cumplan la regla costo – beneficio. Es indispensable escoger una buena cuna que cumpla con el objetivo, comodidad y seguridad para el bebé. Es en la cuna donde pasará mayor tiempo en los 3 primeros años de vida.

Muchas madres han comprobado que la mejor manera para amamantar a su bebé es en una silla mecedora, además el vaivén de la silla ayuda a la relajación del bebé.

2.  Silla Mecedora

La sillita mecedora es un muy buen regalo para la futura mamá, el momento de la lactancia debe ser agradable y cómodo. Muchas madres han comprobado que la mejor manera para amamantar a su bebé es en una silla mecedora, además el vaivén de la silla ayuda a la relajación del bebé.

3. Cambiador

Para terminar la lista de los tres muebles indispensables, no podría faltar el cambiador. La importancia de este mueble es que sea lo más cómodo y ergonómico para los padres y el bebé. Este mueble está generalmente hecho con un colchón pequeño, que está forrado de un material lavable y resistente.  Los dos tipos de cambiadores más escogidos por los padres son: El cambiador – mesa que tiene cajones para guardar todo lo que corresponde a la higiene del bebé y el cambiador – bañera que es el favorito por ser dos muebles en uno.

Cada objeto que será finalmente escogido tendrá un valor trascendental. Luego, viene ¿de qué colores pintar las paredes? Generalmente son escogidos porque los papás se identifican con ellos, o tienen alguna preferencia pensando en que el espacio atraiga tranquilidad y paz.

Si hay hermanos mayores la preparación del cuarto ayudará a aceptar la llegada del nuevo miembro de la familia. Si tu pareja no ha demostrado tanto interés o entusiasmo en participar en los preparativos es mejor no presionarlo, cada persona tiene su ritmo y diferentes formar de manifestar el amor y la alegría que lo invade la espera de conocer a su bebé.

Puede pasar también, que simplemente no estés tan entusiasmada con preparar el nuevo espacio del bebé. De ser así no hay de qué preocuparse, puede que no haya energía en el momento, o si es el segundo bebé ya todo es con más calma.  Esto no significa que algo esté mal.

Los preparativos del nuevo cuarto del bebé y lo sentimientos que esto implican son equivalentes a cuando un pajarito arma el nido. Así que a quienes no entiende el porqué de tanto alboroto por la llegada del bebé, hay que entender esta preparación desde lo más profundo del corazón. Porque es vivir la ilusión que el bebé ocupará un nuevo espacio en su hogar.