Atrévete a hacer más divertidos los platos para comer con los niños!

Cocinar a diario nos impone una rutina difícil de romper, sobre todo si tenemos poco tiempo. Pero podemos hacer un recetario propio, distinto y original. Además, tener ingredientes listos para usar puede facilitar las cosas. Así será más relajado invitar a los chicos para que nos acompañen en algunas de las preparaciones del día. 

Cocinar junto a nuestros hijos puede ser una oportunidad de aprender mutuamente y de crear momentos únicos junto a ellos. Además, así estaremos fomentando la colaboración como costumbre y despertando su interés en conocer sobre hábitos de higiene y nutrición. 

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No necesariamente tenemos que convertirnos en artistas de la decoración culinaria, elaborando caras y figuras sorprendentes. Esto puede hacerse en vacaciones, días libres o festivos. Se trata de mezclar colores y texturas para enseñarles a los más pequeños el valor de una sana y variada alimentación. 

Te invitamos a que te atrevas a hacer más divertidos los platos para comer con los niños, por medio de estos 5 tips y algunos consejos de práctica aplicación. 

1.- Acabemos con la idea de que los alimentos sanos son aburridos 

Si queremos fomentar prácticas de buena alimentación en nuestros hijos, debemos ser los primeros en disfrutar del resultado de variar y combinar ingredientes naturales y saludables. Hacer que nuestros platos llamen su atención es un buen comienzo. 

Podemos recurrir a una lista de salsas, a través de la mezcla de proteínas y vegetales. Pensemos en la mejor escogencia de verduras para añadir al pollo o cerdo y,luego, licuamos la cocción en su propio caldo. Tener esto a mano puede ser útil para un relleno o acompañar una buena lasaña de berenjenas, por ejemplo. 

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Además, escoger recetas acordes a su edad y dejar que ellos participen en la elección puede ayudar a que se interesen aún más. Igualmente, es bueno asignarles tareas sencillas como amasar, batir y decorar, de modo que sientan el gusto de comer lo que ellos mismos han preparado. 

2.- Hagamos variaciones múltiples sobre platos tradicionales y sus comidas favoritas 

Es normal que tengamos siempre en mente las típicas comidas que aprendimos en nuestras casas y por ende las llevemos a nuestro nuevo hogar. Sin embargo, las frutas y verduras pueden ofrecernos múltiples variaciones para transformar sus comidas favoritas en verdaderos manjares saludables. 

Por ejemplo, podemos utilizar pan de cereales para elaborar una rica pizza con muchos elementos verdes como brócoli, espinaca y calabacín. A esto añadiremos nuestra salsa casera. Lo más seguro es que querrán repetir. Pensemos también en hacer tortitas con quesos frescos y distintos tipos de vegetales. 

Otro truco que está teniendo mucho auge es utilizar los granos, como garbanzos, lentejas o caraotas rojas para compactar en forma de carne. Esto nos ayudará a hacer unas ricas hamburguesas caseras y vegetarianas. 

Como vemos, no siempre tienen que estar presentes las sopas, cremas o ensaladas como protagonistas de la carta familiar. Aunque tampoco tienen por qué ser excluidas de la dieta. 

3.- Invitemos a los pequeños a la experiencia y escogencia de las compras 

Permitir que los chiquitos intervengan en la búsqueda de los ingredientes disponibles en la despensa, y que luego nos ayuden a escribir la lista de lo que falta, creará una mejor experiencia al momento de elaborar las recetas. 

Ellos se aburren fácilmente de ver los mismos platos repetidos cada semana. Podemos pedirles que nos propongan ideas y permitirles que se atrevan a hacer sus propias creaciones. Aquí será muy importante enseñarles trucos de buenos sabores para mezclar. 

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Permitamos que nos acompañen al súper o a las verdulerías. La experiencia de fijarse en los anaqueles y preguntar les dejará huella. Hagamos que aprendan de olores y colores y que tengan libertad  para añadir al carrito de compras.  

Esta actividad tendrá mejor resultado si les explicamos de manera sencilla los beneficios de una buena y sana alimentación. 

4.- Hagamos estaciones de trabajo con tareas específicas para ellos 

Una de las grandes oportunidades que tenemos al integrar a los niños a la tarea de cocinar es enseñarles sobre la organización. Lo primero que debemos contemplar es que el lugar donde vayan a trabajar esté alejado de la estufa, objetos cortantes y utensilios peligrosos. 

Ellos deben estar en un lugar despejado, con ropa acorde para las actividades que van a realizar y tener a la mano todos los ingredientes a utilizar. No es recomendable salir a buscar cosas que hemos olvidado. Los niños deben estar siempre bajo supervisión y prestarles ayuda sin que eso implique robarles protagonismo. 

5.-Dejemos que prueben los ingredientes y no desesperemos si se manchan 

Los niños son curiosos por naturaleza. No debemos olvidar que instintivamente usan el gusto y el olfato como forma de aprendizaje en sus primeros años de vida. 

Así que dejar que experimenten el resultado de su trabajo debe ser natural y alentado por nosotros, a menos de que se trate de alimentos crudos peligrosos como los huevos y otros que puedan provocar dolores de estómago o intoxicación. De todos modos, debemos revisar todo y explicarles sobre esto antes de que comiencen a trabajar. 

Por otro lado, ellos deben tener ropa adecuada para esta tarea y no perder el control si se manchan o derraman algo de lo que estén usando. Recordemos que todo se limpia y hacer de un error un momento de risa les estará reforzando su autoestima. 

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Un desayuno creativo para alentar su curiosidad 

Una manera de enamorarlos de la cocina puede ser mostrar una cara original en alguno de los platos que escogemos para el menú diario. En este caso te sugerimos unas panquecas de avena con frutas. 

• Mezcla copos de avena con huevo y bananas y llevamos a una sartén. 
• Corta las fresas por la mitad y úsalas como pétalos alrededor de la panqueca. 
• Usa unas rodajas de banana para hacer la base de los ojos y coloca arándanos en el centro para completarlos. 
• Añade un palito de chocolate sin azúcar para la sonrisa 
• Corta un kiwi en gajos para darle forma a las hojas y el tallo.  

La clave de crear momentos especiales con nuestros hijos es tener tiempo disponible y llevarlos con paciencia hacia el resultado final. Hay muchas ideas para atrevernos a hacer más divertidos los platos para comer con los niños. 

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