7 errores comunes en los padres primerizos  

La llegada de un recién nacido a casa es motivo de mucha felicidad, pero también de miedo y ansiedad…

Cuando llega el tan esperado bebé a casa, cambia la rutina familiar, y toda la preparación que los padres han tenido durante el embarazo deberán ponerla en práctica. Por más informados que estén es muy fácil cometer errores con un recién nacido.

Equivocarse es natural en esta nueva etapa que los padres están viviendo. Por eso pensamos en hacer esta lista de errores comunes para que puedas tenerlos en cuenta en los primeros días y meses del bebé:

1. El bebé está poco tiempo en brazo de sus padres

Es común ver a los bebés recién nacidos mucho tiempo en sillitas o dormidos en el coche. Pero, que los bebés quieran estar en los brazos de sus padres es natural. El contacto de sus padres lo harán sentirse amado y protegido.

Con un portabebés o fular, el bebé podrá estar en contacto con sus padres, y los padres tendrán  las manos libres para realizar sus tareas. De esta forma el recién nacido estará más relajado sintiéndose protegido por sus padres.

 

2. No sacarle los gases adecuadamente

No tomarse el tiempo suficiente para sacarle los gases al bebé, es una falla bastante común. Las consecuencias de no hacerlo bien son las molestias que el bebé presentará, reflujo y cólico son las dolencias más comunes de un recién nacido.

Hay muchas técnicas para sacar los gases. La más común es recostar al bebé en la parte alta de tu pecho y que su barbilla quede sobre tu hombro, la carita debe quedar hacia un lado. Así podrás frotarle la espalda o darle unas palmaditas para que los gases salgan.

Otra técnica es acostar al bebé sobre la cama y mover sus piernitas como si estuviera montando en bicicleta. Tomarse el tiempo de hacerlo bien es garantizar que tu bebé pueda tener siestas reparadoras.

 

3. Desconocimiento de cómo mezclar la fórmula o cómo amamantar

Que los padres se equivoquen en la cantidad de fórmula que mezclan para el tetero de su pequeño es más común de lo que parece. Puede que le estén dando la leche muy diluida o muy concentrada, esto afecta directamente al crecimiento del bebé.

Por eso es muy importante asegurarse de que estás siguiendo bien las instrucciones de la fórmula, y en caso se tener dudas es necesario preguntarle directamente al pediatra.

Las mamás que están amamantando suelen tener muchas dudas sobre si lo están haciendo bien o si su pequeño está haciendo las tomas suficientes.  Para que la ansiedad no se apodere de este momento tan especial consulta todas tus inquietudes con una asesora de lactancia.

 

4. Bañarlo todos los días

El jabón y el agua caliente alteran la capa natural de grasa de la piel de los bebés. Los pediatras recomiendan que los recién nacidos sean bañados dos o tres veces por semana.

Para mantener su higiene es importante limpiar cuidadosamente cada cambio de pañal y mantenerlo con las manitos limpias. En caso de que tu bebé se relaje con el baño en las noches, puedes bañarlo sin necesidad de jabón diariamente.

 

5. Esterilizar todo lo que rodea al bebé

Si tu bebé no fue prematuro, la higiene no tiene por qué ser una preocupación extrema. De hecho, el contacto con algunas bacterias es indispensable para que el pequeño desarrolle defensas.

Con la limpieza cotidiana del lugar donde el bebé estará la mayor parte del tiempo, será suficiente para protegerlo de infecciones.

 

6. Exponer al recién nacido en lugares públicos

Es normal querer llevar de paseo en coche al nuevo integrante de la familia. También es entendible que los papás quieran compartir la felicidad de tener a su pequeño en sus vidas con toda la familia. Pero exponer al bebé a muchas personas puede ser un error.

Durante los dos primeros meses de vida del bebé, debe estar protegido de personas que puedan contener algún virus o enfermedad. El sistema inmunológico del pequeño es todavía muy débil. Así que, si tienes muchas ganas de salir, es recomendable dar una caminata corta al aire libre por el parque.

 

7. Estresarse demasiado sin disfrutar el momento

El estrés que los padres viven al tener un recién nacido en sus brazos puede opacar la magia de sentir el milagro de la vida. Así que respira profundo, goza del bebé que tienes en tus brazos y confía en tu instinto. Piensa y convéncete que todo estará bien.


¡Disfruta de esta etapa que como todo en la vida pasa volando!

 


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