¿Conoces lo que le das de comer a tu bebé?

Como papás todos los días enfrentamos una de las decisiones más importantes ¿qué le doy de comer a mi bebé?, se trata de una pregunta cotidiana que sorprendentemente pasa inadvertida…

Aunque parezca exagerado, el simple hecho de escoger entre uno u otro alimento en el supermercado conlleva varias implicaciones de toda índole, cómo políticas, económicas, de salud y hasta morales.

La publicidad nos invita a consumir sin hacer muchos cuestionamientos, pero lo cierto es que cuando elegimos un alimento, estamos votando por una forma de ver el mundo.

Es una realidad que nos estamos enfrentando a los alimentos sin ninguna racionalidad, sin embargo, cuando intentamos ahondar y estudiar sobre lo que consumimos nos encontramos con las tablas nutricionales que prácticamente son imposibles de comprender.

Según Michael Pollan, periodista estadounidense y activista de la industria alimentaria, para lograr aproximarse a la calidad de los alimentos sin tener que ser un experto basta con verificar el número de ingredientes que aparecen en los empaques de los productos.

Se pueden tener en cuenta normas muy sencillas para el momento de enfrentarse a la compra de alimentos. Pollan asegura que una regla de oro es abstenerse de comprar alimentos que contengan ingredientes imposibles de pronunciar. Por otra parte, llama insistentemente a los consumidores a seguir su intuición, unos segundo de consciencia son suficientes para detenerse, leer y darse cuenta de qué están hechos los productos que compramos a diario y de responderse preguntas como ¿le estoy dando a mi bebé un cereal donde el ingrediente principal es el azúcar?, ¿estoy comprando un producto donde la foto del alimento que venden no corresponde a los ingredientes que lo componen?.

Hace falta que volvamos a confiar en nuestro olfato, estamos escogiendo lo que comemos sólo con los ojos, las fotografías y el exceso de publicidad visual nos han dormido los sentidos, la intuición y el sentido común. La conciencia y la inconsciencia se heredan de generación en generación, por eso es tan importante que compartamos con nuestros hijos el valor de los procesos de los alimentos que ingerimos, esta puede ser tal vez la mejor herencia para su salud física y mental.

Por fortuna las opciones de alimentos orgánicos van en aumento, la alimentación orgánica para bebés es actualmente un foco importante para crecer con consciencia alimentaria.

Así que dejemos las excusas, para comer bien nadie necesita ser un experto, basta con ser un buen observador porque, aunque nos cueste reconocerlo sí “somos lo que comemos”.


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